Para este año no pido nah!

Solo despertar y observar el cielo azul, el verdor de los árboles, el cantar de las aves, ya se que suena cursi, pero lo peor del asunto, es que generalmente, solo me levanto, me meto al baño y sigo con mis días como el anterior y el anterior y..., bueno ya saben.

Sin embargo, hay una belleza brutal al otro lado de mi ventana, que no suelo admirar y contemplar como debería. He observado que han vuelto, no se como, unos pajaritos de color marrón y chinita súper chulos, y digo han vuelto, por que cuando Yo llegue a mi barrio, a los 8 años, esto era un desfile de manadas de pajaritos de todo los colores y tamaños, con el tiempo y la irresponsabilidad de todos, desaparecieron del panorama.

Yo peleo a muerte con los pitirres, por que les da con cantar a las cuatro de la mañana, pero me daría mucha pena el que no estén ahí para molestarme. Cuando escucho a los guaraguos me parase estar en una película del oeste. Cada cierto tiempo, en las ventanas de mi cuarto se posan las tortolitas, para hacer nido, claro que al verme en paños menores, deciden por decoro, hacer su nido en otra parte. Lo triste es, que no tengan mucho lugar en donde anidar y opten por una ventana. Generalmente, escogen la orilla de el techo de aluminio en mi terraza, que no se como lo hacen, por que cuando da el sol, debe ser un infierno estar ahí.

A veces en la mata de canarias, se posa un manada de gusanos, pero los gusanos mas lindos que he visto, como de caricatura con rabito y todo, claro que a la mata de canarias no le da gracia alguna. En la noche, para quien no este acostumbrado, es un tanto escalofriante, por que se escuchan los mucaros, que parece que uno esta en una película de misterio. Nunca he visto uno, a pesar de que están a poca distancia.

Para este año, no pido nah, la realidad es que tengo todo para ser feliz, bueno, si quiero dos cosas, salud y paz para todos.