De verdad que este tema del matrimonio tradicional, el código civil, los fundamentalistas, y los auto proclamados líderes de la verdad, me tienen una bola hincha y la otra seca como pasa.
Lo que mas me revienta, es la hipocresía de todos ellos, entiéndase legisladores y líderes. En una sociedad, debe haber reglas de juego, de no haberlas, seria un caos ó una anarquía como dirían los más exigentes. Pero la sexualidad, no es ni será un elemento dispuesto a cambio, como mucho, se podrá reprimir y oprimir a las personas que no encajan en un molde social, pero no más.
¿Por qué no demuestran el mismo interés, cuando se discute el maltrato de niños? ¿Dónde esta su fe, cuando matan a tiros a una mujer y a sus hijos? ¿Cuál es el renglón del dichoso código, que habla del enriquecimiento personal por medio del uso de la fe de otros como materia prima? Qué juren en nombre del que dicen adorar, que no es cierto que en algunas de sus iglesias, se esconde, se encubre, la homosexualidad de muchos de sus miembros.
¿Oh acaso piensan que nos vamos a comer el cuento de que por ejemplo, en la iglesia católica, no hay homosexualismo, pedofilia, relaciones heterosexuales y quien sabe que mas? ¡POR FAVOR!
Ya esta bueno de paños tibios, vamos a ser honestos con nosotros mismos. La homosexualidad existe desde que el hombre es hombre. Forman parte de nuestra sociedad, de nuestro trabajo, de nuestro barrio, de nuestra familia. ¿Y que? ¿Sera este el factor principal de la desintegracion familiar que nos aqueja? Evidentemente NO.
El peor mal, es la apatía. Si, la que nos hace que nos resbale todo, que la masacre del mes pasado, tenga la misma importancia que la de hoy y la de después. Esa que nos cuela la frase: Si no me afecta, no me importa. Y no nos importa, por que estamos viviendo en una sociedad suicida, donde los lideres son solo una burla de lo que debe ser un líder, una broma de muy mal gusto. Entonces, ¿Qué esperamos de los que vienen creciendo, paz y amor?
A mi me causa sorpresa de la cantidad de jóvenes y niños con buenas actitudes y aptitudes, pero ¿Que mundo les estamos dejando? Uno donde es más importante detestar por ignorancia, que asumir por responsabilidad, uno donde las diferencias son atacadas como impropias, limitándole así sus posibilidades como ente individual y único, uno donde la solución es destruir y no construir.
¿Dónde en ese código, esta señalado en letras de oro, el valor humano, por sobre cualquier otra consideración?
Según Yo lo veo, aquí el problema no es el código, si no la falta de buena fe, de quien tiene el poder para cambiar unas reglas, que a todas luces, son pre juiciosas y mal intencionadAs. Seguimos viendo gigantes por molinos.