(Caratula del libro de Antonio Flores, Barcelona)

¡Hoy no fío, mañana si!

Quien haya escuchado la frase anteriormente, sabe a qué me refiero. Sin embargo, se me ocurre pensar, que hoy en día, vivimos de esa manera.

Trabajamos para pagar un auto y/o casa, que terminaremos pagando en algún momento determinado, que por cierto, aun no existe y no tenemos ni puta idea si llegará. Pagamos un plan de retiro individual o por descuento de nomina, para cuando tengamos tantos años, que lo tendremos que utilizar para pagar el hospital, las medicinas y para colmar la copa, dejárselo a otros, que usualmente son los hijos, mismos que no aprecian el trabajo que pasaste ganándotelo, y que para tu mala racha, lo utilizan para llevarte a una égida, donde te olvidaran por que tienen dinero ajeno para viajar, comprarse carros y hasta una casa.

Entonces, ¿Para qué invertir tanta energía en un mañana que es solo una idea abstracta? Dejamos, amigos, familia, barrio, país e incluso a nosotros mismo, abandonados por la consecución de algo que a ciencia cierta, no sabemos si se concretará.

He podido observar gracias a la naturaleza de mi trabajo, ha personas con tanto dinero, que podrían limpiarse el ojete con ellos, y aun no he visto a ninguno, que me parezca particularmente feliz, interesante o algo cercano. Creo que el miedo a perderlo, se los come vivo.

Creo en la superación económica, como parte del protocolo social que nos toca, pero sin duda lo mas disfrutable de la vida, no está en un banco y mucho menos en una posesión material. Así que basta de apostar el hoy por el mañana. El hoy es poder, el mañana es ilusión. ¡NO COJAS FIAO!