sábado, noviembre 08, 2008
miércoles, noviembre 05, 2008
OBAMA
domingo, noviembre 02, 2008
viernes, julio 04, 2008
"Señor, haced de mí un instrumento de paz,
Que allí donde halla odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga perdón;
donde haya discordia, ponga unión;
donde haya error, ponga verdad;
donde haya duda, ponga fe;
donde haya desesperación, ponga esperanza;
donde haya tinieblas, ponga vuestra luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Oh Maestro,
que no me empeñe tanto en ser consolado,
como en consolar;
en ser comprendido como en comprender;
en ser amado como en amar;
pues dando, se recibe;
olvidando, se encuentra;
perdonando, se es perdonado..."
En momentos en que necesitó hacer uso de sabiduría, esta oración me llena de paz, de esperanza, de entendimiento. Y es que el empeño de algunos de ser obstáculo para los demás, mina las ganas y la convicción de que el camino correcto, es el camino a seguir, que adoptar el rencor y los pensamientos de venganza, son el remedio dulce para conflictos sin sustancia.
Pero mi paz va primero, mis convicciones solo cambian para hacerme un mejor ser humano, y mi fe, nada me la debilita. Así las cosas, cada golpe me hará mas fuerte, cada intento de humillación me confirmara que el valor de cada hombre, esta en su justicia hacia los demás y por lo tanto, hacia si mismo.
martes, junio 10, 2008
Creo que soy de los pocos que tienen pavor, a las llamadas reuniones de la clase graduada. Así como lo leen, me da miedo verme reflejado en los demás, pues no me quedaría otro remedio más que aceptar que ya no tengo 18, ni 25…, ni…….. 35, ¡joder!
Pero la cosa no queda ahí. Se supone que pongas al día a todo el mundo, desde el mismo día de la graduación, porque nadie quiere perderse esas historias fascinantes en tu vida, “que estás loco por contar” y por supuesto con todos rodeándote con cara de que en algún momento dirás algo que tendrán que tirarse al suelo a reírse.
Pero claro, haces un recuento mental de tu vida, que te provoca no solo ganas de llorar, pero también de salir corriendo despavorido. Sin duda hay momentos entretenidos en todo esto. En algún lado.
jueves, abril 03, 2008
Así reza en la enciclopedia cibernética y se me antoja compararlo con las manifestaciones políticas y sociales de los puertorriqueños.
Y es que no hay una definición -según mi criterio- más cercana o precisa. Según lo que conozco de la historia, nosotros pasamos de un poder (secuestro) a otro, de los españoles a los estadounidenses sin que hayamos tenido mucho que ver con esos acontecimientos, si no es así, que me traigan las pruebas.
Dicho lo anterior, queda claro que cuando los puertorriqueños esbozamos un inusual apego a la nación que nos inva-secuestro, no es otra cosa que un síndrome de apego sicológico y no necesariamente una acción meditada y balanceada según los criterios más estrictos que entiendo ameritan las relaciones entre naciones o individuos.
Peor aún, en nuestro caso, somos hijos del secuestrado, lo que infiere que nuestra realidad no es el secuestro, si no la del secuestrado que se convirtió sicológicamente en secuestrador. Y si esto parece trabalenguas al leerlo, imagínese vivirlo.
jueves, febrero 28, 2008
Debo admitir, que lucho en ocasiones por restar pensamientos, y termino irremediablemente restando sentimientos. Sé que me engaño proponiéndome lo uno, con la intención de lo otro. Pero ni lo uno ni lo otro es real, por que cuando regreso, todo está intacto, asiéndome muecas.
Lucho por no caer en la rueda del vacío existencial que invita con banquete de promesas ingrávidas, pero coloreadas al gusto, con entalle perfecto. Todo se me torna monótono, lineal, inconsecuente, cuando al terminar solo me encuentro en el punto de partida. ¡Deja bu!
sábado, enero 26, 2008
Por otra parte, el gobierno -el que sea- debe procurar y asegurar que ningún componente de la sociedad que marginado por la razón que sea. El gobierno debe garantizar los derechos de todos, eliminando cualquier atisbo de discrimen de cada una de sus leyes y reglamentos.
Una sociedad que se llama a si misma civilizada y democrática, procura el bienestar de cada uno de sus miembros y rechaza con pación y contundencia, cualquier rastro de marginación y odio contra uno o más sectores de su composición.
Basta ya de la locura seudo cristiana y seudo cívica que está pudriendo nuestra vida diaria, envenenándonos con odio irracional y con violencia innecesaria.