jueves, noviembre 30, 2006


La vida es una tómbola”

En estos días, mi mente anda algo confundida. La persona con la que entable una relación comercial, con quien estuve casi dos años tratando de hechar pa’ lante, -como decimos- y que traiciono mi confianza, que corto toda clase de comunicación sin mas ni mas, de pronto me habla, como si aquí paz y en el cielo gloria, ¡A PUES BIEN!!.

Hace un tiempo aprendí ha no guardar rencores, por que a fin de cuentas, quien terminaba perjudicado es uno, y la otra persona, ¡bien gracias! Así que mejor despojarse de toda energía negativa que llevamos a cuestas.

Como le comentaba, el tipo, ahora es el “mismo” que conocí antes de lo ocurrido. Me pregunto si el cree, que yo me chupo el dedo o todavía veo Plaza Sésamo, NAHH!!! Pero no tengo tiempo para perder el tiempo en cosas o gente así, mejor hacerse el loco con los locos.

Pero lo que mas me confunde, es que en esta semana recibí una oferta, que nunca antes en mí vida, pensé recibir, no por que no me crea capaz- todo lo contrario -si no por que es de parte de quien fuera asta hace poco, “la competencia” de mi ex negocio, ¿puede alguien explicarme el asunto?

Lo peor del caso, es que todo esto me tiene muy confuso, por que de no aceptar o concretarse la oferta, perdería una oportunidad de oro, de aceptar, seria arriesgar lo que tengo al momento, que es relativamente seguro.

¿Que habría hecho Bill Gates u Oprah?

Ni idea, pero seguro que para ellos, seria pan comido. Yo nunca he sido bueno en cuestiones de dinero, siempre me ha parecido lo que es, una herramienta, por lo que mi apego al dinero, es solo circunstancial. A mi me gusta mas saber, que puedo desbordar mis ideas y desarrollarlas asta el cansancio, eso me llena de mucho entusiasmo. Que el dinero me llevara en su día, a lugares que siempre he soñado ver personalmente, digamos que el resto del planeta, ¡humilde que soy!

miércoles, noviembre 29, 2006



El ANONIMATO

Anonimato en la red. Ilusión de ser des-conocido
(extractos de la pagina: CIBERSOCIEDAD)

Por:

Roberto Balaguer Prestes

"El anonimato es una marca del arco de tensión entre el comportamiento individual y el grupal o social. Inclusive en el supuesto anonimato de las calles de las grandes urbes existe un control social, pautado por los rasgos culturales predominantes.

El individuo en grupo, debe adaptarse a éste, a sus normas, sus códigos, para no quedar excluído del mismo. A través de los roles asumidos, adjudicados, la pertenencia (P.Riviére, 1984) los supuestos básicos (Bion, 1973), el individuo encuentra en la dinámica grupal un freno a la individualidad y al descontrol impulsivo.

Señala uno de los más representativos psicólogos de la Psicología Cognitiva: “Las normas sociales ejercen una influencia reguladora sobre la conducta humana de dos formas básicas. Las normas sociales transmiten estándars de conducta. La adopción de estándars personales crea un sistema autoregulador que opera a través de autosanciones internalizadas”.

El anonimato por su parte, libera al individuo a la vez que lo deja a merced de sí mismo. Sólo debe rendir cuentas a su propia persona, ya no al grupo ni a la comunidad. Todos sus impulsos, sus pulsiones, quedan liberadas de la tiranía del mundo externo. El interjuego de su mundo interno determinará el destino de sus actos. Las restricciones culturales, morales, sólo pasarán a operar desde su mundo interno. De las dos fuentes de tensión que Freud (1923) describiera, sólo una de ellas, el Superyo con sus preceptos morales, sus restricciones, su tiranía, podrá controlar las acciones. La realidad externa, el otro tirano, se encuentra entre paréntesis en la situación de anonimato.

La identificación con un líder ubicado como ideal del yo (Freud, 1907) o como objeto cultural del self (Kohut, 1988) ha permitido a los sujetos cometer todo tipo de actos desde los más osados y solidarios, hasta los más cruentos.
El anonimato se encuentra al extremo de una linea imaginaria cuyo otro polo es la perfecta identificación de la persona.
A pesar de ello, son pocas las ocasiones donde el anonimato es individual. Tal es el caso de los llamados “anónimos”, cartas sin remitente que generalmente son identificados con accciones violentas o amedrentadoras.

Los graffittis en los espacios públicos, muros, baños, paredes; antes y después de tornarse famosos y objetos de admiración; los viajes de egresados y el teléfono antes del captor de llamadas, han sido espacios en donde la libre expresividad ha encontrado par, y donde el anonimato ha sido su fiel sombra.

Los actos atrevidos, las palabras o actos obscenos, las denuncias agraviantes y el sarcasmo, así como las más patéticas amenazas, se han amparado en ese desconocimiento del otro, de quién es el emisor del mensaje.

El anonimato crea desinhibición (Suler, 1996; Wallace 1999; Gwinnell, 1999) y esta desinhibición puede revestir características tanto positivas como negativas."

Este articulo es extenso, pero muy revelador, sobre la conducta humana y su lado un tanto obscuro.

lunes, noviembre 27, 2006


No se pregunta...

Atrás dejo treinta y nueve, con todo lo que eso signifique o no. Dejo momentos borrascosos, que desde acá, lucen todos iguales, tal vez por que la vida me doto del poder del olvido, o quizás de la desgracia de no tener recuerdos, que hoy, me dejarían meridianamente claro, el por que de mis circunstancias o de las de otros.

Dicen que la vida comienza hoy, ahora, y creo que así es, pero no podemos inventarnos las herramientas, esas que debimos traer desde la cuna o quien sabe si antes, ¿Será posible desarrollar un padre y una madre emosiquica, para reforzar lo que no se nos dio en el seno familiar? Tengo un amigo que afirma que es posible, me dice que este es el momento, en que dejamos atrás los cuestionamientos, esos que arrastramos desde la infancia y que se convierten en un sello casi indeleble de nuestra personalidad.

Este momento supone una nueva manera de percibir la vida y sus circunstancias, de utilizar las herramientas que el camino nos proveyó. Tomamos pues, el toro por los cuernos y derribamos los cientos de complejos que antes, nos congelaban, impidiéndonos en la mayoría de las veces, disfrutar la vida con mas detenimiento y contemplación.

No se, recuerdo cuando temía en la escuela al típico niño abusador, que lograba fama, solo por que abusaba de niños mas pequeños, luego de subir de grado, el niño abusador me parecía solo un idiota mas. Creo que la vida es algo así, solo llagamos al otro lado del puente, cruzándolo.

También recuerdo, que una ves todos mi amiguitos de intermedia, me dijeron que me fuera por que el temible fanfarrón de la escuela me estaba buscando, no recuerdo que me paso por la mente, pero mi respuesta fue buscarlo a el, y cuando lo encontré, le pregunte si me buscaba, me contesto con cara de susto, que no. Ahora que lo pienso bien, ¿Por qué rayos no me comporté con ese mismo temple en el resto de mis cosas? Y es que todo es una decisión, decidí ser, o no ser, hacer, o no hacer, y claro, sus respectivas consecuencias. Consecuencias, palabra temida por casi todos, por que significa cambios positivos, pero también negativos, y son esos de los que no queremos saber ni un poco.

Creo que decía, que dejaba atrás, treinta y …