miércoles, noviembre 29, 2006



El ANONIMATO

Anonimato en la red. Ilusión de ser des-conocido
(extractos de la pagina: CIBERSOCIEDAD)

Por:

Roberto Balaguer Prestes

"El anonimato es una marca del arco de tensión entre el comportamiento individual y el grupal o social. Inclusive en el supuesto anonimato de las calles de las grandes urbes existe un control social, pautado por los rasgos culturales predominantes.

El individuo en grupo, debe adaptarse a éste, a sus normas, sus códigos, para no quedar excluído del mismo. A través de los roles asumidos, adjudicados, la pertenencia (P.Riviére, 1984) los supuestos básicos (Bion, 1973), el individuo encuentra en la dinámica grupal un freno a la individualidad y al descontrol impulsivo.

Señala uno de los más representativos psicólogos de la Psicología Cognitiva: “Las normas sociales ejercen una influencia reguladora sobre la conducta humana de dos formas básicas. Las normas sociales transmiten estándars de conducta. La adopción de estándars personales crea un sistema autoregulador que opera a través de autosanciones internalizadas”.

El anonimato por su parte, libera al individuo a la vez que lo deja a merced de sí mismo. Sólo debe rendir cuentas a su propia persona, ya no al grupo ni a la comunidad. Todos sus impulsos, sus pulsiones, quedan liberadas de la tiranía del mundo externo. El interjuego de su mundo interno determinará el destino de sus actos. Las restricciones culturales, morales, sólo pasarán a operar desde su mundo interno. De las dos fuentes de tensión que Freud (1923) describiera, sólo una de ellas, el Superyo con sus preceptos morales, sus restricciones, su tiranía, podrá controlar las acciones. La realidad externa, el otro tirano, se encuentra entre paréntesis en la situación de anonimato.

La identificación con un líder ubicado como ideal del yo (Freud, 1907) o como objeto cultural del self (Kohut, 1988) ha permitido a los sujetos cometer todo tipo de actos desde los más osados y solidarios, hasta los más cruentos.
El anonimato se encuentra al extremo de una linea imaginaria cuyo otro polo es la perfecta identificación de la persona.
A pesar de ello, son pocas las ocasiones donde el anonimato es individual. Tal es el caso de los llamados “anónimos”, cartas sin remitente que generalmente son identificados con accciones violentas o amedrentadoras.

Los graffittis en los espacios públicos, muros, baños, paredes; antes y después de tornarse famosos y objetos de admiración; los viajes de egresados y el teléfono antes del captor de llamadas, han sido espacios en donde la libre expresividad ha encontrado par, y donde el anonimato ha sido su fiel sombra.

Los actos atrevidos, las palabras o actos obscenos, las denuncias agraviantes y el sarcasmo, así como las más patéticas amenazas, se han amparado en ese desconocimiento del otro, de quién es el emisor del mensaje.

El anonimato crea desinhibición (Suler, 1996; Wallace 1999; Gwinnell, 1999) y esta desinhibición puede revestir características tanto positivas como negativas."

Este articulo es extenso, pero muy revelador, sobre la conducta humana y su lado un tanto obscuro.

3 comentarios:

Goddess dijo...

mega interesante, y super al punto. Muy apropiado.

Despues puede ser que to lo copie y lo postee...

Lord Picis dijo...

Gracias Maja.

Goddess dijo...

Olé! :P