jueves, septiembre 22, 2005

Rito

S iempre llegas tan tímida, me observas vacilante, cristalina, destellante, nunca sabes el rumbo a tomar, solo continuas. A veces llamas la atención abrazando mi mirada, que traviesa que te pones. Siempre he sabido que estas presente en todo cuanto vivo, cuanto siento, ¿acaso tienes remedio?. Me acaricias el rostro, dibujando el contorno, con la ternura que solo tu sabes dar, tibia, fresca, grácil.
Confieso que a veces soy muy brusco, y te separo tan pronto llegas, es que mi orgullo me traiciona, tenerte frente me vulnera, y eso es algo que no muchos entienden. Quizás le temo a la burla, a este complejo en género, que me oculta en manto de bufón. No me hagas caso, insiste, ¡que rayos!, siempre deseo tu compañía, bueno, no siempre te confieso.
Cuando llegas tras tu rastro, me escuchas cantar, si, esa melodía que amas, la que te hace brillar al sol, sabes de sobra el bien que me hace, ¡sabia que eres!. A veces te canto hasta quedar sin voz, sin aliento, entonces me duermo, abrazado a ti.

1 comentario:

Siumell González-Bermúdez dijo...

Vagando por la blogsfera me encontré con tu "rito". Te escribo este comentario para decirte que me ha gustado mucho tu escrito, sobre todo el último párrafo.

Vagué por el resto de tus escritos y te confieso que me gusta más tu prosa que tu poesía. También me gusta el acento de color en la letra que comienza cada escrito.

En fin, te dejo este comentario que evidencia mis ansias de dejar de ver la "blogsfera" nada más para comenzar también a comentar.